Descubre Cabo Verde

¿Te imaginas unas vacaciones donde el tiempo deja de correr, los relojes se olvidan y el sonido de las olas se mezcla con las risas de tus hijos? En #Caribe.viajes no lo imaginamos… lo hacemos realidad. Te presentamos Cabo Verde, ese rincón escondido en el Atlántico donde todo fluye más lento y los días se viven con el corazón. Las islas de Sal y Boa Vista son el escenario perfecto para desconectar del ruido, reconectar en familia y vivir momentos que se quedarán con vosotros para siempre. Este viaje lo tiene todo pensado para que solo te dediques a disfrutar. Vuestro vuelo es directo, ida y vuelta con Iberojet, sin escalas ni complicaciones. Al llegar, un traslado privado os llevará al hotel elegido, con opciones para todo tipo de familias, ya sea frente al mar, con animación infantil o en completa tranquilidad.  Desde el primer instante, sentiréis la calidez del destino: playas infinitas, paisajes sorprendentes, sabores nuevos y un ambiente que invita a respirar hondo y sonreír. Además, el visado y el seguro de viaje están incluidos, para que tú solo tengas que centrarte en lo esencial: vivir la experiencia junto a los que más quieres.

¿Estás listo para descubrir el lado más auténtico del Atlántico con tu familia?

Sal y Boa Vista no son solo nombres bonitos en un mapa. Son dos islas que parecen sacadas de una postal, donde la naturaleza dicta el ritmo y la vida se vive sin prisa. Aquí todo invita a desconectar y volver a lo esencial: disfrutar de tu familia sin relojes ni agendas, solo con el mar como música de fondo. Sal es luz pura. Es arena blanca, mar turquesa y una alegría que se respira desde que aterrizas. Su nombre viene de sus antiguas salinas, y visitar las de Pedra de Lume, dentro del cráter de un volcán extinto, es uno de esos planes que tus hijos jamás olvidarán. Flotaréis en sus aguas hipersalinas como si estuvierais en otro planeta. Risas aseguradas, recuerdos garantizados. Muy cerca está el asombroso Olho Azul, una cueva marina donde el sol se cuela justo en el momento preciso y convierte el agua en un azul eléctrico que parece magia líquida. Y si hablamos de magia, Santa María es la auténtica alma de la isla. Un pueblo de casas de colores, redes de pescadores, niños corriendo por la playa y una brisa que acaricia. Es el lugar perfecto para dejar que los más pequeños chapoteen en la orilla mientras tú respiras profundo y te olvidas del mundo. 

Pero si lo que buscáis es emoción, Sal también es aventura. Subid a un catamarán y salid a buscar delfines saltando en mar abierto. O atreveos con el windsurf o el kitesurf en una de las mejores zonas del mundo para empezar. Hay escuelas para todos los niveles, incluso para niños. ¿Quién sabe? Puede que aquí nazca una nueva pasión familiar. Y si Sal es alegría marina, Boa Vista es naturaleza en estado puro. Más salvaje, más auténtica. Sus playas se extienden kilómetros sin fin, vacías de todo salvo viento, olas y alguna cabra local paseando a su ritmo. Es el escenario ideal para quienes quieren perderse… y encontrarse. En Boa Vista, podéis subiros a un 4x4 y recorrer el espectacular Desierto de Viana, una lengua de arena dorada que parece sacada del Sáhara. Los niños lo vivirán como una expedición: corriendo entre dunas, explorando, dejando huellas. También podréis visitar el mítico naufragio del Cabo Santa María, un barco encallado desde los años 60 que parece congelado en el tiempo. Es un lugar cargado de misterio, perfecto para inventar historias de piratas, tesoros y mares salvajes. Con #Caribe.viajes, cada día en Cabo Verde es una nueva oportunidad para vivir una experiencia que no se parece a ninguna otra. Sal y Boa Vista son mucho más que destinos: son un escenario perfecto para reconectar en familia, emocionarse juntos y volver con el alma llena.

Pero si hay algo que hace verdaderamente especial a Boa Vista, es vivir un espectáculo natural difícil de olvidar: el desove de las tortugas marinas. Si viajáis en temporada, podréis ver cómo estas criaturas majestuosas emergen del mar bajo la luna, escarban la arena y dejan su legado. Es un momento cargado de emoción, silencio y respeto por la vida. Las excursiones están organizadas por guías locales que cuidan cada detalle para que la experiencia sea auténtica, segura y profundamente conmovedora. Y cuando creas que ya lo has visto todo, Boa Vista aún guarda más sorpresas. Podréis montar en buggy y lanzaros por pistas de arena entre paisajes que parecen de otro planeta, descubrir pequeñas aldeas criollas donde el tiempo avanza más lento, o simplemente tumbaros en la playa mientras el cielo se tiñe de tonos anaranjados al atardecer. Aquí, hasta lo más simple se convierte en un recuerdo. Tanto Sal como Boa Vista están preparadas para viajar con niños. Sus hoteles ofrecen todo lo que necesitas: piscinas infantiles, actividades para todas las edades, habitaciones familiares, menús adaptados y un ambiente relajado donde tanto tú como tus hijos os sentiréis bienvenidos desde el primer día.

Y si algo define a Cabo Verde, es la calidez de su gente. Los niños son recibidos con sonrisas sinceras allá donde vais. Pasear por los mercados, probar frutas tropicales como la papaya, el mango o el tamarindo, escuchar música local o probar la cachupa, el plato típico del país, son formas de sentir de cerca su cultura, sin filtros. ¿Y qué hace tan único a este destino? La mezcla. Cabo Verde es África, es Europa, es Caribe. Es portugués, criollo, francés e inglés. Es ritmo, es montaña, es mar. Todo en un mismo lugar. Pero sobre todo, es morabeza, esa hospitalidad que no se explica, se siente. Una forma de ser amable, relajada, acogedora, que te hace bajar el ritmo y respirar. Aquí no hay prisa, no hay ruido, no hay estrés. Solo días tranquilos, paisajes que abrazan y la sensación de que, por fin, todo encaja. En #Caribe.viajes te llevamos a vivir Cabo Verde de verdad: sin filtros, sin guiones, solo con lo que importa. Tú, tu familia, y un destino que lo tiene todo.

Este viaje está diseñado para que tú y tu familia disfrutéis de verdad. Sin complicaciones. Sin estrés. Solo vosotros, el mar, y las ganas de vivir algo único. Con #Caribe.viajes, todo fluye desde el primer momento: voláis en un cómodo vuelo directo con Iberojet, sin escalas, sin pérdidas de tiempo. Al llegar, un traslado privado os lleva al alojamiento que mejor se adapte a vuestro estilo: frente al mar, con actividades para los niños o en total tranquilidad. El visado ya está incluido. El seguro de viaje también, para que sientas esa paz mental que hace la diferencia cuando viajas con los que más quieres.  Viajar en familia a Cabo Verde es mucho más que unas vacaciones al sol. Es descubrir juntos un destino que sorprende, que emociona y que deja huella. Es ver a tus hijos correr descalzos por la arena dorada, reír flotando en aguas cálidas, emocionarse al ver un delfín o seguir con la mirada a una tortuga que comienza su viaje hacia el océano. Es desconectar del ruido y reconectar con lo esencial: el tiempo, la risa, la presencia, el amor.

Y cuando llegue el momento de regresar, no volveréis igual. Porque un pedacito de Sal y Boa Vista viajará con vosotros: en los recuerdos, en las miradas cómplices, en las fotos que contaréis una y otra vez. Y tal vez, también, en forma de una promesa: la de volver algún día. ¿Estás listo para descubrir este paraíso con tu familia? Cabo Verde os espera con los brazos abiertos… y una sonrisa que no se olvida.